Desmontamos los tópicos que circulan sobre el pelo
El mundo del cabello reúne una amplia colección de creencias erróneas. Porque la sabiduría popular (a veces) se equivoca, te aclaramos algunas de las leyendas más extendidas sobre el cabello.
Mito 1. «Si te cortas o afeitas el pelo, crece más rápido y más fuerte».
FALSO
Lo que ocurre al cortar o rasurar el pelo es que se eliminan las puntas, que al estar desgastadas son muy finas y por eso el pelo recién cortado parece más grueso al tacto.
La explicación científica. El grosor del pelo está determinado por los genes y es hereditario. Depende del tamaño del bulbo que está situado bajo la piel: si los bulbos son pequeños, el cabello que se fabrica es fino y si tienes los bulbos grandes, tu pelo es grueso.
Además el cabello crece desde la raíz y cortar las puntas solo afecta a la parte exterior o visible del pelo, no tiene ningún efecto en la raíz.
¡Atención! El cabello sí crece más rápido en tres situaciones:
– durante la juventud ya que las células del bulbo son más activas
– en verano, porque el calor activa el metabolismo de las células, y
– por las noches puesto que el cuerpo aprovecha el descanso nocturno para regenerarse.
Mito 2. «Si te lavas mucho el pelo se cae más».
FALSO
La frecuencia de lavados no provoca la caída del cabello. Lo que ocurre es que, por las fricciones y el arrastre del agua, se desprenden aquellos cabellos que ya estaban a punto de caer. De no haberte lavado el pelo, estos cabellos se habrían desprendido en otro momento–al tocarte el pelo, con el roce de la almohada, al peinarte, etc.-.
Mito 5. «Hay que cambiar a menudo de champú porque el pelo “se acostumbra” y el champú ya no es tan eficaz».
FALSO
Si un champú “va bien”, es decir, si limpia el cuero cabelludo y deja el cabello suave y manejable, se puede utilizar durante meses o años. Recuerda que la capacidad limpiadora del champú depende de la cantidad y el tipo de tensioactivos (o detergentes) de la fórmula, y si ésta no cambia, el champú tiene la misma eficacia.
Consejo. Sí es recomendable cambiar de champú si cambia el estado del cabello. Por ejemplo, si el sol y los baños en la piscina dejan el pelo reseco, usa un champú nutritivo; si te aparecen problemas en el cuero cabelludo como caspa, picor o exceso de grasa, utiliza productos para el cuidado capilar según problema que tengas; si empiezas a teñirte el pelo, utiliza un champú para cabellos coloreados, etc.
Mito 3. «Si arrancas una cana, salen siete en su lugar».
FALSO
Si ocurriera ¡sería la solución para la calvicie! pero no es cierto.
La aparición de los cabellos blancos es una de las manifestaciones del envejecimiento del cuerpo. Al tratarse de un proceso “sin vuelta atrás”, es lógico que el número de canas vaya aumentando progresivamente.
La explicación científica. Cada folículo fabrica pelo de forma independiente a los folículos vecinos. En otras palabras, lo que ocurre en un folículo (por ejemplo, el arrancado de un cabello) no afecta al comportamiento del resto de los folículos del cuero cabelludo por lo que éstos no «multiplican» la fabricación del cabello.
Mito 4. «El pelo se puede volver blanco en una noche».
FALSO
Se cuenta que el cabello de María Antonieta se volvió completamente blanco la noche anterior a morir en la guillotina. Este hecho es imposible desde el punto de vista científico.
Explicación. El estrés agudo puede provocar la muerte súbita de las células que dan color al pelo (los melanocitos del bulbo capilar). En este caso, el nuevo cabello que se está fabricando bajo la piel tendrá color blanco aunque no saldrá al exterior hasta al cabo de unas semanas o meses. Sin embargo, los cabellos que están en la superficie ya están pigmentados y el estrés no los hace cambiar de color.
