Dionisio Acosta

Mi nombre es Dionisio Acosta (dioniacosta en las redes sociales).

A diferencia de mis respetados compañeros en este blog, yo cuando era pequeño no tenía tan claro que quería ser de mayor…Vivía creándome  e inventándome en diferentes personajes con los que iba logrando alguna identificación especial y soñando con  viajar a otros países, otras cultura y hasta en el tiempo.

Creo que la frase «« De pequeño me decían que vivía en una nube, hoy he logrado trabajar en ella» » puede ser la que mejor defina mi estilo de vida.  Hablaré en este blog, un poco para distraer y ofrecer opciones interesantes a los profesionales del sector de la belleza y la estética que desde luego tienen que estar “in” en muchos estilos, estilismos, tendencias, modas y novedades, así como a todos lo que tengan a bien leerme.

Aún recuerdo cuando en una clase de historia del Arte en bachillerato, una profesora con larga y rizada melena rubia empezó a pasar asistencia y al llegar a mí me preguntó ¿sabes de donde viene tu nombre? No, le respondí con algo de vergüenza. Desde ese momento trato de buscar el origen de casi todo aquello que me interesa, me importa o me define.

Pasaban los años,  muy  feliz, y en el último año para acabar ya el bachillerato, me notaba especialmente “extrañado”.

Esperaba expectante el momento de hablar con la psicóloga sobre los resultados de mi test vocacional, a ver si me aclaraba algo, porque a mí me gustaba todo, desde la ingeniería genética hasta el hacer pulseras y collares para su posterior venta en un mercadillo. Cuando llegó el tan esperado día,  en mi cara se dibujó  un gran signo de interrogación cuando me dijo: “los resultados de tu test son muy buenos, tu puedes estudiar lo que quieras porque tienes habilidades blah,  blah,  blah …”.  Salí de allí muy cabreado, la verdad y me presenté a varias pruebas de acceso universitarias, todas esas carreras a las que me presenté me llamaban mucho la atención. Mi duda era,  (comparándome con mis compañeros y amigos) que ellos tenían tan clara su vocación, incluso decían que no se veían en otra cosa, y yo, yo  me veía en todas… pero no encasillado en los estereotipos o estilos de vida que al parecer cada profesión tenía definido.  Así inicié mis estudios de Administración de empresas, apostando por lo que consideraba más seguro, pero sin intensiones de entrar en trajes grises y de usar corbata, con maletín y zapatos de vestir a juego.

Para mí el jean era desde luego la incorporación a la moda más efectiva.

Mi generación se ha visto sometida a continuos cambios en su estilo de vida.

Ha tenido que pasar de clases de mecanografía en máquinas de escribir manuales a manejar ordenadores, tablets, Ipad, etc.  que eran casi ciencia ficción o por lo menos parte de un futuro muy  lejano  que empezaría en el año  2000.  Esta generación ha pasado de  teléfonos  grises de disco a teléfonos móviles en los que podemos realizar videoconferencias , enviar WhatsApp, hacer fotografías y  videos para compartir sin importar el punto del planeta en que nos encontremos, realidad aumentada, inteligencia artificial. Aún recuerdo cuando  llevar un carrete a revelar y volver un par de días después a ver como habían quedado las fotos era toda una  experiencia.  Esta generación ha pasado de la televisión en blanco y negro (bailarina española encima de la TV incluida) a pantallas planas y visión tridimensional, sonido envolvente,  etc. Mención especial al microondas,  los 80’s y la movida madrileña, la caída del muro de Berlín, y a todos esos momentos que han marcado historia.

Los estilos de vida me gustan y ahora me siento un poco como en mi último año de mi bachillerato. Muchos  de mis amigos ya tienen su lifestyle definido y no se ven en otra cosa. La historia es cíclica y parece repetirse,  pero la diferencia con ese momento del bachillerato es que ahora no tengo que tomar la decisión sobre un estilo de vida determinado, ahora disfruto mi proceso. El día que me apetece uso  traje gris y corbata, y si no vaqueros, camiseta y botas.

Yo me veo y me siento a gusto en muchos estilos:  en un mundo globalizado, donde la comunicación es inmediata, donde las redes sociales e internet proveen información instantánea, el de los avances tecnológicos, ese donde la estandarización cada vez entra en más aspectos de nuestra vida: moda, gastronomía, música, viajes, looks, pero también me gusta y me veo en el estilo de vida y de  sensaciones que crean diferenciación, el de las tribus urbanas, el urban chic, el minimalista, el que se crea entorno a una copa de vino,  el que se genera cuando una persona que vive cómodamente lo deja todo y sale al mundo a dar ayuda al más necesitado, el estilo de vida de la gente que medita y busca su lado espiritual.

Apuesto enormemente por el lifestyle que logra diferenciar, aquel que forma parte del proceso de cuidarte, mimarte y sentir en exclusiva que todo ha sido preparado para ti y que supone una evolución personal.

¿Habéis escuchado aquello que dice que el mejor vino es el que más te gusta? Pues esa es mi visión de las cosas,  conocer sobre la gente y su estilo de vida sin duda abre la mente, amplía la percepción de las cosas, incluso en ocasiones, te pondrá a elegir  entre una u otra opción: Elige la que más te guste como si de una copa de vino se tratara.

Mientras yo sigo con mi maravilloso proceso de conocimiento y «en la nube»,  te presentaré propuestas, tendencias, innovaciones, experiencias, y  estilos de vida para que en algunas ocasiones descubras y en otras recuerdes,  el placer de incorporarlas a tu propio lifestyle.

Gracias por permitirme contarte cosas.