En verano tu piel sufre. Pasas demasiado tiempo expuesta a los rayos del sol y esta se torna sensible. Pide un extra de cuidado e hidratación. Un poco más de atención. A estas cosas hay que sumar que hay muchos gestos con los que maltratas tu piel en verano. Tú y todas nosotras. No nos damos a penas cuenta. Pensamos que lo estamos haciendo todo de la manera correcta y cuando menos lo esperamos llegan los problemas. Solo en ese instante nos percatamos de que no hemos caminado por la senda correcta o de que, quizá, hemos pasado por alto premisas importantes para lucir una piel radiante. Con el fin de que esto no vuelva a ocurrir te contamos cuáles son los 10 gestos con los que maltratas tu piel en verano. ¡Apunta!
Te pones aceite solar con bajo factor de protección para coger un bonito tono dorado en la piel
Índice de contenidos
- Te pones aceite solar con bajo factor de protección para coger un bonito tono dorado en la piel
- Te aplicas spray con agua sobre la piel para refrescarte
- En los días nublados no te pones protección solar, total, no hay sol
- Si estoy en la sombra no hace falta que me proteja
- Como ya estoy morena, no necesito utilizar un factor de protección elevado
- Te depilas antes de tomar el sol
- Huyes del exfoliante por miedo a perder tu bronceado
- Te pones protección solar solo cuando vas a tomar el sol
- Te vas a la cama sin limpiar el rostro
- Te pones perfume cuando va a darte el sol
Según la Fundación del Cáncer de Piel, un factor del 15 bloquea aproximadamente el 93% de todos los rayos ultravioleta B, un factor 30 evita el 97% y un factor 50 bloquea el 99% de la radiación solar. Por su lado, los bronceadores y aceites solares apenas nos protegen. Es más, la mayoría, no lo hacen. Por mucho que existan aceites y bronceadores que digan incluir en su composición factor de protección, su verdadera finalidad no es la de proteger sino la de pigmentar la piel. Así, si vamos a pasar horas bajo el sol la protección solar es indispensable y de hecho cuando nos la aplicamos adecuadamente logramos un bronceado real, uniforme y duradero.
Te aplicas spray con agua sobre la piel para refrescarte
¿Quién no agradece un ‘flus’ de agua fresca cuando toma el sol? Quizá seas de las que lleva siempre consigo un spray para refrescarse en su neceser para la playa. Error. Tenemos que tener en cuenta que el agua hace efecto lupa y provoca que nos quememos. El agua, como la arena y la hierba, tiene poder reflectante por lo que cada vez que nos mojamos tenemos que volver a ponernos protección solar. Así, si quieres refrescarte cuando tomas el sol, lo más acertado es que recurras a la llamada bruma solar. Esta lleva protección solar y puedes aplicártela sobre la protección que ya te hayas puesto. Es un extra de protección refrescante que no viene nada mal.
En los días nublados no te pones protección solar, total, no hay sol
“Si el día está nublado no necesito protegerme porque hay menor radiación ultravioleta”. Esta es una creencia tan común como equivocada. Según la densidad de las nubes, se puede filtrar una cantidad más o menos elevada de radiación UV, pero a pesar de ello, sigue pasando una cantidad que puede oscilar entre el 50 y el 85% , por lo que no debes confiarte, conviene protegerse igual que si el día estuviera totalmente despejado.
Si estoy en la sombra no hace falta que me proteja
Depende. No es lo mismo estar debajo de una sombrilla o debajo de un árbol frondoso que a la sombra de un edificio. Como te explicábamos en el caso de los sprays de agua refrescantes, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, si hay reflexión de la luz del sol en el lugar en el que nos encontremos. Lo mejor es llevar protección solar si tenemos la piel al descubierto para así evitar posibles disgustos venideros.
Como ya estoy morena, no necesito utilizar un factor de protección elevado
Otro error frecuente. Las personas de piel clara tienden a darse cuenta de que es mejor evitar la exposición al sol. Pero es un mito común pensar que las personas con piel más oscura no necesitan tomar las mismas precauciones. Tener una piel de tono más oscuro o una piel que se broncea fácilmente no te exime de emplear una adecuado protector solar. Las personas con piel oscura pueden desarrollar cáncer de piel y experimentar fotoenvejecimiento y envejecimiento prematuro de la piel debido a la exposición repetida al sol. Todas, sin excepción, somos sensibles a la luz del sol.
Te depilas antes de tomar el sol
Te depiles con cera o con cuchilla, no debes tomar el sol inmediatamente después. Tras la depilación tu piel queda más sensible y expuesta a los rayos solares. ¡No digamos si te has hecho alguna herida en el proceso! En este caso corres además el riesgo de que la posible cicatriz quede marcada por el sol. Por eso, si sabes que te vas a marchar de vacaciones y que vas a estar expuesta a los rayos solares, lo más acertado es programar la depilación días antes.
Huyes del exfoliante por miedo a perder tu bronceado
Ya te hemos contado que la exfoliación no solo está permitida sino que además es recomendable. Como indica Mª José Tous, farmaceútica y fundadora de Laboratorios Kosei, «la exfoliación es un paso importante a la hora de cuidar la piel en verano porque mejora el aspecto del rostro disminuyendo los daños solares, arrugas, cicatrices de acné y manchas”. Sin embargo, según la experta no conviene abusar de este tipo de tratamientos porque de lo contrario se puede destruir la barrera lipídica protectora natural del rostro y la piel se podría irritar. Así, productos como Glycosal Peel pueden serte de gran ayuda.
Te pones protección solar solo cuando vas a tomar el sol
Para presumir de una piel bonita, como te hemos contado en otros posts, la protección solar es más que necesaria. Sobre todo en verano pero también el resto del año. Vale más prevenir que curar y si quieres lucir una piel radiante y libre de manchas por muchos años, debes aplicar un protector solar a primera hora del día incluso cuando hace mal tiempo. Así, debes saber que no solo es fundamental llevar a la piscina o la playa la protección solar que más se adapte a tus necesidades sino que además resulta esencial escoger un protector que puedas incorporar a tu rutina de belleza diaria, te recomendamos nuestra gama de productos solares Heliokos.
Te vas a la cama sin limpiar el rostro
Que en verano prescindamos de maquillaje no significa que podamos permitirnos el lujo de marcharnos a la cama sin habernos limpiado la cara. Las impurezas y la suciedad se acumulan en nuestro rostro a lo largo del día por eso es esencial hacer una correcta limpieza facial todas las noches con independencia de la estación en la que nos encontremos. Es más, cuanto más pases por alto la limpieza facial en verano más te costará conseguir una piel homogénea el resto del año. En verano más que nunca el Pack rutina básica piel seca de Kosei, con una espuma limpiadora suave que no reseca la piel, un exfoliante a base de alfa hidroxiácidos para eliminar la descamación y ayudar a mejorar la hidratación y una crema hidratante facial a base de algas encapsuladas que proporciona 24 horas de hidratación, puede serte de gran ayuda.
Te pones perfume cuando va a darte el sol
¿Sabías que el perfume es el responsable de la aparición de muchas manchas en la piel? Como lo estás leyendo. Los componentes de los perfumes pueden causar irritaciones y manchar la superficie cutánea de nuestro cuello y escote. Esto no quiere decir que no puedas ponerte perfume en verano. Puedes aplicarlo o pulverizarlo sobre la ropa o justo detrás del lóbulo de la oreja, pues es una zona a la que la radiación solar llega con dificultad.
Estos consejos que te damos se aplican tanto al verano como al resto del año pero sí es cierto que en esta época de año, como no nos maquillamos, buscamos poder presumir de una piel bonita con la cara lavada. Además, por mucha vitamina D que nos reporte el sol, somos conscientes de que tenemos que tener cuidado. Por eso, trata de no cometer los errores descritos y, ahora más que nunca, protégete.