Piel grasa deshidratada – Características y rutina
Tener una piel grasa deshidratada es algo más común de lo que parece, y un verdadero obstáculo que muchas mujeres desean superar para verse más guapas y saludables.
De hecho, es en la piel del rostro donde los efectos de la piel grasa deshidratada pueden manifestarse de forma más notable, haciendo que esta luzca un brillo grasoso y fomentando la aparición de rojeces, poros dilatados y acné, entre otras imperfecciones.
Por suerte, en el artículo que te traemos hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de piel, además de la mejor rutina para eliminar la piel acneica deshidratada para siempre. ¡Qué no te lo cuenten!
¿Qué es la piel grasa deshidratada y cuáles son sus características?
La piel grasa deshidratada es un tipo de piel en el que se produce un exceso de sebo, y en la que se pueden apreciar partes brillantes (especialmente la nariz o la frente) y poros más dilatados de lo normal. Además, también suele ir acompañada de puntos negros, espinillas, acné, e incluso grasa en el cuero cabelludo.
Curiosamente, este tipo de piel presenta también una hidratación insuficiente, lo cual puede llegar a causar algunos otros problemas que veremos a continuación.
Estas son las principales características de la piel grasa deshidratada:
- Producción excesiva de sebo y brillos localizados: la piel grasa produce una gran cantidad de sebo, debido a una sobreproducción de glándulas sebáceas. Como resultado, la dermis tendrá un aspecto grasoso, con brillos localizados en algunas partes.
- Sensación de tirantez y sequedad: debido a la falta de agua en la piel, la barrera hidrolipídica (responsable de retener la humedad) sufre, causando una sensación de tirantez y sequedad.
- Descamación y sensibilidad: otro efecto de la escasez de agua es la acumulación de células muertas en la superficie de la piel (descamación), lo cual hace que ésta tenga una textura áspera y escamosa. Además, la piel se vuelve más sensible, facilitando la aparición de rojeces y partes irritadas.
- Poros dilatados u obstruidos: los poros dilatados y obstruidos son un sello de identidad de la piel grasa. Los primeros se caracterizan por una deformidad en la pared del folículo pilosebáceo, lo cual los hace más visibles que los poros normales; mientras que en el caso de los segundos, la grasa queda alojada en el interior del folículo, obstruyendo el poro y creando los denominados puntos negros.
- Acné: la producción excesiva de sebo, la deshidratación y la proliferación de bacterias y otros microorganismos convierten la piel grasa en el caldo de cultivo perfecto para la formación de espinillas y granos.
Rutina para piel grasa deshidratada
Paso 1: limpieza suave
Realizar una correcta limpieza facial diaria es un paso fundamental en cualquier rutina para piel grasa deshidratada, ya que sirve tanto para eliminar el exceso de sebo e impurezas como para mantener la piel hidratada.
Para conseguir los mejores resultados, lava tu rostro 2 veces al día (por la mañana y por la noche) con un limpiador adecuado a base de gel o espuma, como el gel limpiador Sebokos o la espuma facial con extracto de uva Kosei VM.
Paso 2: hidratación
Después de efectuar cada limpieza, es importante aplicar crema hidratante para equilibrar el pH de la piel y mejorar su aspecto y textura.
Para ello, te recomendamos utilizar productos bajos en lípidos, como por ejemplo, la crema hidratante 24h Non Gras. ¡Notarás los resultados!
Para pieles grasas deshidratadas y además maduras, utiliza el serum antiedad VM Premium Cells antes de hidratar la piel.
Paso 3: protección solar
Tomar el sol tiene importantes beneficios para la salud. Es la principal fuente de vitamina D para nuestro organismo, que resulta esencial para reforzar los huesos y el sistema inmunológico.
Sin embargo, una exposición prolongada a los rayos UV puede afectar negativamente a la dermis, resecándola en exceso. Es por ello que se recomienda aplicar protector solar tras lavar e hidratar la piel, e incluso reaplicar cada 2 horas si debes exponerte al sol durante periodos prolongados.
Elige protectores solares con formulaciones bajas en grasa y un amplio factor de protección, como la crema solar facial anti – age FP 50+ de Heliokos.
Paso 4: exfoliación
Exfoliar la piel grasa deshidratada 1 o 2 veces por semana es esencial para eliminar las células muertas más superficiales del estrato córneo, mantener limpios los poros y evitar la formación de granos o espinillas.
Opta por un producto que contenga ácido salicílico o ácido glicólico en su formulación, como Glycosal Peel.
Paso 5: tratamientos complementarios
Si quieres conseguir una piel espectacular, puedes aplicar algunos trucos complementarios, como utilizar mascarillas hidratantes 1 o 2 veces por semana, o productos seborreguladores (para pieles con tendencia al acné) o antiinflamatorios (para combatir infecciones y bacterias).
Como recomendación, tenemos la crema antiacné de Sebokos, un producto genial para devolver el equilibrio a la piel y corregir los efectos de la piel grasa deshidratada.
Paso 6: agua y dieta equilibrada
La piel grasa deshidratada no solo se combate con productos cosméticos. Mantener una dieta sana y equilibrada y beber una cantidad de agua suficiente también es fundamental.
Procura tomar alimentos con bajo aporte de grasa y azúcares refinados, además de una cantidad suficiente de frutas y verduras.
En cuanto al agua, esta es esencial para eliminar las toxinas del cuerpo y lograr una piel fresca, saludable y radiante. Todo un remedio natural que te ayudará a sentirte bien tanto por dentro como por fuera.
Ahora que tienes clara la estrategia para eliminar la piel grasa deshidratada de una vez por todas, es el momento ideal de ponerse manos a la obra y comenzar tu rutina.
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