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Consejos sobre fotoprotección solar en niños y adolescentes

¿Aplicamos las normas sobre la correcta protección solar?

Seguro que l@s que tenéis que lidiar con niños, sabéis la pelea que supone poner el protector solar. Si lo pones en casa, antes de salir para la playa, la piscina, la montaña o al lugar al que vayas, supone en muchos casos una odisea. La salida se hace interminable, cuando ya tienes todos los trastos listos, entonces es cuando toca momento protector solar. Y seguro que reconoceréis la escena de agarrar con una mano al niño para que no se vaya y con la otra extender el protector de la mejor forma que podamos para intentar cubrir el cuerpo entero y que luego no tengamos pequeñas quemaduras en los lugares más olvidados como las orejas o el empeine.

La infancia es un periodo crucial para el futuro de una piel sana por lo que conviene inculcar una serie de hábitos a fin de concienciar de los peligros del sol.

Se calcula que el niño recibe una dosis anual media de UVB tres veces superior a la del adulto. Esto significa que la mitad de la exposición solar total de su vida tiene lugar antes de los 18 años y que durante la infancia y la adolescencia la mitad del patrimonio solar individual¹ habrá disminuido.

Este patrimonio solar se gastará más rápidamente cuanto más frecuentes sean las exposiciones al sol. Además, aunque todas las pieles tienen la misma constitución, la capacidad de adaptación y el patrimonio solar son diferentes. Por ejemplo, una piel clara agotará el patrimonio solar más rápidamente que una piel oscura, por lo que es de suma importancia conocer los distintos fototipos que varían en función del color de la piel, del cabello y de los ojos.

Características específicas de la piel del niño

La piel del niño se diferencia de la del adulto en:

1.- Capa córnea más fina y permeable
En el adulto la capa córnea forma una barrera casi impermeable que mantiene la hidratación y evita la entrada de sustancias extrañas. En el niño esta capa es más fina y en el recién nacido es casi inexistente; ésta se desarrolla con la edad y permanece incompleta hasta los 4 años. Durante este periodo es muy permeable a los agentes químicos, hipersensible a la radiación solar y excepcionalmente irritable. La capa córnea supone un mecanismo de protección natural que protege de la radiación, sobre todo de la luz visible y del infra-rojo, siendo modesta frente a la radiación UV.

2.- Menor cantidad de melanina.

La epidermis está menos pigmentada y por tanto menos protegida frente a la radiación solar.

3.- Menor producción de sudor

El niño presenta un sistema sudoral inmaduro. El sudor tiene un papel importante como regulador de la temperatura corporal y lubricación de la superficie de la epidermis. Además, el ácido urocánico, uno de los componente del sudor, presenta propiedades filtrantes de la radiación. Es por ello, que la piel del niño se encuentra menos protegida ante esta menor cantidad del sudor.

La protección solar según las edades.

¿A partir de qué edad se puede aplicar un protector solar?

Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol. Su piel es extremadamente fina y sensible y no se recomienda la aplicación de fotoprotector.

A partir de esta edad se recomienda la aplicación de fotoprotectores de alto factor de protección que sean resistentes al agua. Si bien, siempre deberemos seguir toda una serie de recomendaciones que te indico a continuación.

Un dato interesante aportado por la AECC (Asociación Española contra el cáncer) indica que un 35% de los padres empiezan a despreocuparse de la protección solar cuando sus hijos cumplen 10 años. Se supone que a partir de esta edad comienzan a ser mucho más autónomos y esperamos que sean responsables de sus cosas. Si queremos educar con coherencia, sirvamos de modelo e inculquemos normas de correcta utilización del sol.

Conciencia en los jóvenes

Los jóvenes entre 16 y 24 años son lo que más expuestos están al sol y los que tienen menos hábito de protegerse del sol, por lo que es fundamental el que haya campañas educativas desde la infancia para tomar conciencia sobre los daños que puede provocar el sol en nuestra piel y que la protección solar se convierta en un hábito.

La AECC ha editado una interesante información sobre los comportamientos de los españoles en materia de protección solar y la percepción sobre el riesgo de padecer cáncer de piel. DESCARGAR

¿Se recomienda algún tipo de filtro solar en especial?

En general se recomiendan fotoprotectores que contengan filtros físicos (óxido de zinc y/o dióxido de titanio), estos presentan menor riesgo de alergia, pero tienden a dejar sobre la piel un color blanco que se acentúa cuando ésta entra en contacto con el agua. En el caso de los niños, podemos verlo como una ventaja, ya que nos dará una idea de si se necesita que reapliquemos el protector.

¿Qué tipo de protector recomendamos? ¿Crema, gel , spray, leche…?

Quizás el más cómodo sea el spray, pero desde mi punto de vista tiene un inconveniente, la película que deja sobre la piel es muy escasa, con lo que tendremos que reaplicar con mucha frecuencia para asegurarnos de disponer de una buena protección. Y esto, ya se sabe, con los niños puede ser una odisea “ven para aquí a ponerte el protector” ¿te suena? -A lo mejor tenéis niños muy santos que vienen cuando se les llama a la primera-

Mi recomendación es utilizar un protector solar muy resistente al agua como nuestro HELIOKOS Leche solar ultraprotectora intolerancias solares FP 50+ que permite asegurar una buena protección mientras los niños entran y salen del agua. Incluso combinarlo con algún tipo de camiseta de licra si el niño es muy blanco o le gusta estar mucho tiempo en el agua.

¿Cómo poner el fotoprotector?

Para asegurar que hemos puesto una cantidad adecuada de producto, lo ideal es aplicar dos capas de protector, de esta forma nos aseguramos que estamos cercanos a la dosis de 2mg/cm2 que es la que se utiliza para las determinaciones del factor de protección y que nos asegura obtener el índice de protección que aparece marcado en el envase del producto.

Aplicar en las zonas que yo llamo las de fácil olvido: las orejas, el empeine, los dedos de los pies, por debajo de los bordes del bañador o biquini, en la zona interna de piernas y brazos y los labios.

Y como recomendación general,  reaplicar el fotoprotector cada dos horas y tras baños más o menos largos.

Horas a las que es mejor no acudir al sol

Ya lo he hablado en otros post, se recomienda no exponerse al sol, y menos a los niños, entre las 12 y las 4 de tarde. Lo sabemos, lo hemos oído hasta la saciedad, pero a pesar de eso, resulta muy difícil cumplirlo, como digo yo, entre que te levantas, los levantas, desayuna la familia, y por fin consigues salir…¿cuánto tiempo pasa? Al final, las 12, no sabes cómo, pero son las 12.

Si quieres saber más sobre protección solar, te invito a que leas estos otros artículos que hemos escrito sobre la protección solar.

Sobre el autor

Maria José Tous

María José Tous « Pensé que la mejor forma de hacerme evidente y que tú sepas quién hay detrás de Kosei es contar mi historia. » Así que empecemos por el principio, mi nombre es María José Tous y soy licenciada en Farmacia por la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife).

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