A estas alturas, somos plenamente conscientes de la necesidad de la protección solar en verano. Sin embargo, nos cuesta adoptar el hábito de protegerla en invierno, quizá porque todavía pensamos que no es necesario…
En invierno, pocas personas utilizan cremas con factor de protección solar. Los motivos son múltiples: hace frío, hay menos horas de luz al día, se pasa más tiempo en lugares cerrados… Aunque el motivo más importante probablemente sea la falta de información.
Sí, la mayoría de las personas no utiliza protección solar en invierno porque desconoce las consecuencias de la exposición continuada a los rayos ultravioleta sin la adecuada protección.
El sol no calienta pero sigue emitiendo rayos UV en invierno
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Esta es una de las respuestas más habituales de quienes utilizan el fotoprotector únicamente en los meses de verano.
No te dejes engañar por las bajas temperaturas. Aunque no sientas el calor del sol, la «luz» es decir, los rayos UV siguen llegando a la piel.
Los días nublados y de lluvia, ¿también hay que usar protección solar?
Sí, por supuesto. El 90% de los rayos UV atraviesa las nubes y alcanzan a la piel.
Es cierto que los rayos UV de tipo B -responsables del bronceado y las quemaduras- son menos intensos durante esta época del año.
Sin embargo, los rayos UV de tipo A -responsables del fotoenvejecimiento cutáneo- llegan a la piel con la misma intensidad durante todo el año y a cualquier hora del día, sin perder energía incluso en los días nublados.
Por si no fuera suficiente, los rayos UVA además atraviesan los cristales por lo que llegan directamente a tu piel aunque estés dentro de un local (la oficina, el coche, etc.).
Por tanto, ¿la protección solar en invierno es (también) imprescindible?
Sí, es indispensable. Por dos razones:
1ª razón. Como he comentado, nuestra piel sigue expuesta a la radiación solar durante el invierno. Aunque la cantidad de radiación que llega a la piel es inferior a la que recibe en verano, hay que tenerla en cuenta puesto que los efectos del sol son acumulativos.
El sol «pasa factura»
Efectos de los rayos UV a corto y largo plazo
Si no se aplica fotoprotección, la radiación solar tiene efectos negativos evidentes sobre la piel.
A corto plazo:
Deshidrata y engrosa la capa córnea. En otras palabras, la piel se vuelve rugosa y áspera.
A largo plazo:
- Rompe las fibras de colágeno y elastina. La piel pierde firmeza y proliferan las arrugas.
- Multiplica la formación de radicales libres. Estas moléculas dañan a las células y a las fibras de colágeno y elastina que dan soporte a la piel, que se debilita aún más.
- Acelera la aparición de léntigos (manchas marrones)
- Provoca errores y rupturas en el ADN, el material genético de las células. Estas mutaciones del ADN alteran el funcionamiento de las células y favorecen la aparición de cánceres.
La consecuencia más grave del exceso de radiación solar son los cánceres cutáneos en las zonas expuestas como la cara, las orejas, el cuello y las manos.
2ª razón. El invierno es la estación ideal para realizar tratamientos estéticos como láser y peelings químicos para eliminar las manchas. La fotoprotección es imprescindible para que las manchas no vuelvan a aparecer. Estarás «perdiendo el tiempo y el dinero» si olvidas usar protección solar muy alta antes de salir de casa.
Mi base de maquillaje tiene SPF15, ¿es suficiente?
No, piensa que aplicas una cantidad tan pequeña de base que el factor de protección real en tu piel será 2-3.
¿Qué SPF utilizo?
Si pasas la mayor parte del día al aire libre utiliza un fotoprotector SPF50 y 50+ a elegir según tus necesidades
Un plus. Antes de la crema de día y el fotoprotector, aplica un sérum rico en antioxidantes como Kosei VM Premium Cells Serum.
Los antioxidantes transforman los radicales libres en moléculas inactivas que no dañan a la piel. En otras palabras, el sérum actúa como un escudo protector extra frente a los efectos perjudiciales del sol.
Ahora ya sabes lo importante que es la protección solar en invierno.