El cabello habla por sí mismo y refleja cómo es tratado. Y aunque la mayoría de la gente cree que sabe cómo cuidar su melena, no necesariamente es así. El pelo rizado es especialmente vulnerable a cualquier error que se cometa durante la rutina de lavado. Su estructura es más porosa y tiende a estar más seco que el pelo liso, lo que se traduce en que se encrespa y rompe con facilidad. Pero ¿cómo aportar más brillo y sedosidad a un cabello rizado? Te lo contamos.
Cuidados para lograr el pelo rizado que siempre has soñado
Aunque muchísima gente habla de los beneficios del agua fría a la hora de lavarse el pelo, no podemos extrapolarlo a todos los casos. Para que la suciedad se desprenda bien del cuero cabelludo lo óptimo es emplear agua templada porque facilita la eliminación del sebo. El agua fría se puede utilizar al final para dar más brillo y cerrar los poros.
A la hora de emplear champú no hay que pasarse con la cantidad, basta con el equivalente al tamaño de dos guisantes. Aunque la densidad del pelo influye en esto, el largo no, porque la parte en la que hemos de poner más mimo es el cuero cabelludo que es donde se genera el sebo. El resto de la melena se limpiará al aclarar el champú. Además, hay que tener en cuenta que lo idóneo es emplear las yemas de los dedos y que los movimientos sean lineales, nunca circulares. De esta forma se evita enredos.
Al desenredar el cabello en la ducha puede ayudar un buen acondicionador o un serum como HAIR EVOLUTION de KOSEI. Este cobra protagonismo en rutinas de gente con el pelo rizado que no se lo pueden peinar con tanta facilidad ni frecuencia como quienes tienen las melenas lisas. Unos minutos con este tipo de producto en las puntas deben ser suficientes.
Para desenredar el pelo rizado, emplea un peine de púas anchas o los propios dedos. Eso sí, hay que ser consciente de que el pelo es especialmente vulnerable cuando está mojado por lo que hay que hacerlo con delicadeza.
El momento de secar el pelo con la toalla es crucial y es donde más se daña al pelo. No lo frotes, echa toda la melena hacia delante y con la toalla extendida sobre las manos presionar el pelo con movimientos verticales para quitar el exceso de agua. También es preferible no hacer turbantes con toallas porque absorben el agua y tiran del pelo pudiendo provocar alopecia por tensión. Existen mejores alternativas, como las toallas de microfibra que pesan poco y mantienen la humedad.
El paso final sería secarlo y cada cual tiene su forma de hacerlo. Al tener el pelo rizado es indispensable pensar en algo que de un extra de hidratación al pelo, que ayude a definir el rizo y aplicar un anti frizz para un mejor acabado. Los serums especiales para este tipo de cabello son la opción ideal porque no son tan pesados como algunos aceites y no apelmazan la melena.