La piel de los bebés es muy fina y, por tanto, muy sensible. La razón es que está menos pigmentada. Si a eso se le suma la práctica ausencia de sudor, hace necesario cuidarla con esmero. Aunque hemos de mimarla cada día, hay que poner especial foco en invierno, cuando es más susceptible que surjan las sequedades; en verano, por otra parte, el problema será el sol.
Hay diversas condiciones asociadas a las pieles de los neonatos. La mayoría de ellas desaparecen con el tiempo, pero si persisten es oportuno contactar con el pediatra.
- El eccema o dermatitis atópica. En este caso influye la genética y es posible que sea heredada. Aparece en la cara, en las articulaciones e incluso en otras partes del cuerpo. Para su cuidado, emplea jabones naturales y soluciones hidratantes especiales como ATOPIKOS de KOSEI, un gel para piel atópica.
- La costra láctea o dermatitis seborreica. Es la consecuencia de un exceso de producción de grasa. Aparece durante los dos primeros meses de vida y puede persistir hasta el año. Es sobre todo antiestética, pero no produce dolor.
- La milia. Nos referimos a unos puntitos blancos que aparecen en la cara y por norma general desaparecen solos. Cuando se crean dentro de la boca se llaman perlas de Epstein.
Cuidados de la pie del bebé a la hora del baño
- Agua templada. La piel del bebé tiende a resecarse mucho, motivo por el que hay que tener cuidado con la temperatura del agua en el que se le baña. La temperatura ideal ronda la del cuerpo humano, es decir unos 36-37 ºC.
- Jabones suaves. Una vez en el agua, no se puede usar cualquier tipo de jabón. Los que son aptos para adultos no necesariamente lo son para los bebés, de hecho son demasiado agresivos. Elige una solución que sirva tanto para pelo como para el cuerpo como MINILÉ. No incluye alcohol, ni colorantes, ni siliconas y es vegano.
- Toallas. Es evidente que no pueden ser ásperas. Envuelve al bebé a modo de arrullo y no frotes su piel para evitar que se le descame.
- ¿Lavarle todos los días? A pesar de que hay diferentes corrientes al respecto, no es necesario bañarle todos los días. Podemos limpiar la zona del pañal con una esponja natural húmeda y dejar el baño para dos o tres momentos a lo largo de la semana. No obstante, hay padres que hacen de éste el instante relajante antes de ir a dormir. En estos casos, no apliques jabón todos los días si no es necesario y evita las colonias con alto porcentaje de alcohol, puedes incluso utilizar colonias sin alcohol
¿Y para hidratar?
Este paso es especialmente importante y es mejor no saltarlo. Se pueden emplear dos tipos de productos: por una parte, cremas con ingredientes de calidad y por otra parte, aceites. Aceites con ácidos grasos esenciales con acción hidratante para la piel. Te recomendamos una que contenga agentes hidratantes y emolientes que ayuden a proteger su delicada piel.
Más allá de la hidratación, ten en cuenta estos otros factores para cuidar la piel sensible de los bebés:
- Usa un protector de sol indicado para recién nacidos. Normalmente son de factor superior a 50 y hay diferencias de uso entre menores de 12 meses y los niños con algún año más. Acompaña la protección con ropa fresca y gorro para evitar el contacto directo de los rayos con su cuerpo y rostro.
- Usa una crema antirozaduras con cada cambio de pañal. Aunque tradicionalmente se haya empleado el talco, en la actualidad los pediatras no lo recomiendan. En su lugar encontrarás pastas al agua, muy efectivas y cómodas de aplicar.