90 segundos o menos… eso es lo que podemos tardar en sentirnos atraídos por una persona…
El amor, estar enamorado, afecta positivamente a tu organismo ¿y a la piel? A la piel también. Y es que de hecho, ya hay una parte de la dermatología, la psicodermatología que estudia el estrecho vínculo que existe entre la mente y la piel. Hay afecciones dermatológicas que están estrechamente vinculadas con las emociones: rosácea, dermatitis atópica, psoriasis y acné son entre otras, afecciones que se ven agravadas cuando sube el nivel de estrés y la ansiedad.
Para hablar del enamoramiento, nada mejor que revisar el interesantísimo trabajo de Helen Fisher, una antropóloga que se ha dedicado a investigar qué cambios se producen en el cerebro cuando se está enamorado. Según sus estudios, el enamoramiento pasa por diferentes etapas, una primera etapa de atracción, de euforia, una segunda de enamoramiento romántico y una tercera donde aparece el apego y el compromiso de estar con la otra persona.
¿Cómo influye el amor en el estado de nuestra piel?
¡Se te ve radiante! Seguro que alguna vez habrás escuchado esta frase al referirse a alguien que está enamorado. ¿Hay alguna relación entre el enamoramiento y nuestra piel? Pues parece que sí.
El amor nos hace aumentar los niveles de dopamina, serotonina y oxitocina, tres hormonas que nos harán ver la vida maravillosa, con una sensación de estar en una nube y que además mejorarán el estado de nuestra piel.
La dopamina aparece en la primera fase del enamoramiento; además de mejorar el estado de ánimo y la memoria, actúa sobre otros centros del organismo, es la responsable de que aumente el ritmo cardiaco, la responsable de que sientas “mariposas en el estómago”. Ese aumento de los latidos, mejorará la circulación sanguínea, y por lo tanto el tono de la piel, también será responsable de que los nutrientes circulen mejor y que por tanto tengas un aspecto radiante y saludable. En esta etapa la serotonina está íntimamente ligada a la dopamina, influye en el humor, regula el sueño, el apetito y la presión. Los niveles de serotonina durante el enamoramiento son bajos y eso hace que tengamos el deseo constante de estar con nuestro enamorado.
Cuando pasa esa primera etapa, los niveles de dopamina bajan y aparece el amor romántico, en el que la hormona denominada oxitocina hace su aparición, es la también llamada hormona del amor. La oxitocina activa el sistema de recompensa, manteniendo así el vínculo entre los amantes, creando un mecanismo similar al que genera una droga. Entre sus beneficios se encuentra la reducción del estrés. Se ha visto que el estrés aumenta los niveles de cortisol, una hormona que produce inflamación y que suprime algunas funciones del sistema inmune. Las células inflamadas son más propensas a descomponer el colágeno y a una disminución del ácido hialurónico, dos moléculas que están íntimamente relacionadas con el mantenimiento de la piel, ya que son responsable de la tersura, de la firmeza, de la hidratación y del envejecimiento de la piel. Por eso en esta fase del amor, tu piel se verá más tersa, en definitiva, más joven y radiante.
Y después aparece el apego… dicen que no hay cuerpo que lo resista y aproximadamente 4 años después de haber encontrado el amor, aparece el apego, ese vínculo que hace que las parejas duren toda la vida… Y es entonces cuando entra en juego otra hormona, la vasopresina. Se produce un cambio en la química del cerebro, un momento donde se pasa del amor pasional al amor tranquilo y confiado. Para que la relación siga adelante necesitaremos de aficiones e intereses comunes, de “algo” que nos diga que merece la pena seguir con esa persona.
Pero ¿qué pasa si nunca te has enamorado o si ya no estás enamorado? Menos mal que siempre tendremos la cosmeticos para el rostro para cuidar de nuestra piel, no te dejaremos sola jajaja… podrás encontrar diferentes tratamientos para que puedas cuidar de la piel de tu rostro como nuestras cosmética antiaging.